martes, 27 de agosto de 2013

Ideas para algún reality


Son bobadas que se te ocurren
por culpa de la inactividad vacacional




TE da por divagar, que es uno de los peligros del dolce far niente vacacional. Y el primero de esos peligros es que sueltas las riendas de la imaginación. Y se te ocurren entonces esas ideas tan ingeniosas que brillan justamente hasta que una segunda lectura las envía a su lugar natural, que es la papelera, de donde son rescatadas por los ejecutivos de algún reality.

Ya que el arte ha muerto, reflexionas, y la vida se ha convertido en permanente espectáculo para solaz de la masa, inventemos argumentos para programas de telerrealidad. Son baratos, tienen audiencia y lo que sobran son pobres diablos dipuestos a vender sus miserias por un puñado de euros y sus constitucionales quince minutos de fama. Al fin y al cabo, todos podemos ser Lucía Etxevarría y pagar nuestras deudas con Hacienda comerciando unos pucheritos bien colocados en prime time.

Pesadilla en el periódico, por ejemplo. Se encierra a un puñado de periodistas solventes en una redacción por la que van pasando modélicos empresarios de la comunicación. Tendrán que sortear con un mínimo de profesionalidad los caprichos del jefe, colocar titulares que oculten hábilmente la verdad y aguantar sin cobrar hasta el cierre del diario. El ganador del concurso obtendrá un fabuloso contrato por horas en un digital que deberá autofinanciar.

En El banquero se divierte las cámaras podrían seguir las ingeniosas gestiones de un grupo de directivos de entidades bancarias, obligados por contrato a ponerse sueldos astronómicos, acordes con su irresponsabilidad. Cualquier actuación razonable o que conlleve un mínimo de sentido ético será penalizada. Ganará aquel que consiga arruinar en menor plazo la entidad, que en la final será saneada con un jugoso aporte de dinero público.

Apadrine un minero debería desarrollarse en una comarca antaño próspera y actualmente en imparable depresión. En el Bierzo, por ejemplo. Sería estilo callejeros, con la cámara en movimiento picoteando en la derrota de trabajadores dispuestos a hacer dramáticas declaraciones, y mostrará la solidaridad vecinal. El programa acabaría organizando una gala benéfica con Ramoncín y Bertín Osborne y cuya recaudación se destinaría a la adquisición de televisores de plasma para familias en paro de las cuencas.

Un programa con tertulianos especializados en sistemas de seguridad de ferrocarril, que analizarían sin pestañear los más truculentos accidentes aéreos; otro con novelistas de ciencia ficción que aconsejaran a ministros en activo y uno con guionistas de stand-up comedy que competirían en la escritura de discursos a Rajoy y a Rubalcaba. Bobadas que se te ocurren por culpa de la inactividad vacacional. Quizá con eso se pueda hacer otro reality.

Fronterizos, Diario de León (2-agosto-2013)

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