lunes, 6 de mayo de 2013

Contando películas


 “¡Qué escándalo, en este local se juega!”
¿RECUERDAS esa secuencia de Amenábar en “Abre los ojos”, cuando Noriega va conduciendo por las calles vacías de Madrid y acaba caminando, solo y desorientado, por una Gran Vía absolutamente desierta?

– Me acuerdo. Me pareció un hallazgo visual extraordinario. El paisaje familiar más cotidiano convertido en un escenario de pesadilla que genera una inquietud indefinible y cosquilleante.

– Pues así veo yo Ciudad del Puente muchos días. Avenidas silenciosas donde ni tus propios pasos producen eco. Una bolsa de plástico arrastrada por el viento. Al final de la calle hay un hombre con el que te vas a cruzar. Se detiene. Te mira. Duda si cambiar de acera…

– Eso podría ser de cualquier “spaghetti western” de los de antes de que Sergio Leone estirara hasta el infinito el tiempo de los duelos.

– También me acuerdo mucho estos días del personaje que hacía Richard Gere en “Pretty Woman”. ¿Te acuerdas a qué se dedicaba?

– Era rico y salía con putas.

– Era un hombre de negocios que compraba a precio de ganga empresas en ruina para despiezarlas y extraerles todo el jugo de cada una de sus piezas. En la película quiere quedarse con un astillero que tiene posibilidades de salvarse con la firma de un contrato jugoso con el gobierno… Pero el tipo tiene a sueldo políticos corrompidos

– Esa historia me suena. ¿No anda uno por aquí que compra hoteles de lujo por un euro?

Un silencio.

– Pues a mi siempre me ha gustado mucho un momento de “Casablanca”. Los alemanes quieren clausurar el café con la excusa de que es un casino. Cuando Rick, el dueño del garito, le pide explicaciones al policía francés, el capitán Renault se pone cínico y exclama: “¡Qué escándalo, en este local se juega!”. En ese momento entra en plano el croupier, deslizando un fajo de billetes al oficial mientras le susurra “sus ganancias, señor comisario”.

El caso es que esa historia también me suena. ¿Y no tenían un libro en el que se iban contabilizando las entregas en metálico?

La estás confundiendo con “Los intocables de Eliot Ness”. En esta había un contable de la policía en el equipo que dirige Kevin Costner y descubre que Capone evade impuestos. Al final lo condenan no por sus crímenes mafiosos sino por delito fiscal.

Pues yo lo del libro de cuentas lo he visto en otra… Es una en la que el jefe sale y dice que todo lo que se ha publicado es falso, “menos alguna cosa”. Pero lo dice delante de una señora alemana que pone cara de póker. Quizá sea de una comedia de Billy Wilder.

Otro silencio.

¿Y cómo se titulaba aquella en la que un padre le explica al hijo que cada vez que un político español acusa a su contrario de ser más corrupto se muere un gatito en Madagascar?

– Hemos quedado en contarnos películas. Solo películas.

Silencio final.

Fronterizos. Diario de León (8-2-13)

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