martes, 30 de abril de 2013

Cosas de ahora mismo


Arno Schmidt: uno que escribía
hace sesenta años como si supiera
las cosas que pasan ahora mismo
Foto: revistaenie.clarin.com

AHORA mismo hay un burócrata que está redactando el reglamento de aprovechamiento de contenedores de basura, imaginando qué tipo de gravamen se puede aplicar a la miseria para, de esa forma, remontar la línea quebrada de las tendencias económicas sin hacer sufrir demasiado a los que pueden. Los que pueden han descubierto que Gerard Depardieu es un pedazo de actor. Y muy listo.

Hay al menos uno que ayer mismo se planteó la reivindicación de la singularidad del respiro berciano como sujeto político soberano y, no muy lejos, otro que está preparando un recurso ante el Constitucional. Ninguno de los dos ha leído a un poeta putero y drogadicto que se llamaba Baudelaire y por eso no notaron pasar a su lado “el viento del ala de la imbecilidad”.

En las facultades donde se fabrican periodistas en paro están entregados estos días a la reforma conceptual del género de la entrevista para adecuarlo al bolero que bailaron el Rey y Hermida hace unos días en la tele.

En las últimas horas, hay un alcalde que ha solucionado su problema judiciales echando mano a la chequera, tal vez porque está convencido de que agredir a un vecino no es lo peor que ha hecho.

Alguien, en estos momentos, calcula el ahorro que para las arcas públicas supondría limitar el acceso a la educación y a la sanidad en razón de la renta. A su lado hay un mamporrero dispuesto a elaborar un argumentario cargado de fraseología, el mejor disfraz para la ideología. Y un ministro que recuerda aquella frase de Menen en los noventa argentinos: “nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del estado”.

Hay unos pocos que acaban de poner la cartilla al día en un banco suizo. Había uno que planteó la urgente necesidad de acabar con los paraísos fiscales pero en el club dejaron de hablarle y se ha echado a perder por la bebida.

Serán por lo menos media docena los que ahora están sumando las ganancias que van a tener importando carbón. Unos cuantos más están mirando el mapa del mundo para decidir a qué parte emigrar. Como hace tiempo que ya no leen el periódico, no se han enterado del llamamiento que se ha hecho a las empresas para que no se añada más tensión. Los de las empresas sí leen el periódico, pero hacen como si no.

En un país de ahí al lado, una tal Cicciolina ha lanzado un partido que defiende el amor y la naturaleza. Ante semejante amenaza, el amor y la naturaleza han renunciado a su defensa y se han declarado culpables.

En algún sitio hay uno que está leyendo una frase. “Todo escritor debería recoger a manos llenas las ortigas de la realidad y mostrárnoslo todo: las raíces negras y viscosas, los tallos verdes y venenosos, las flores insolentes”. La escribió un tipo que se llamaba Arno Schmidt. Un alemán arisco y atormentado que escribía hace sesenta años como si supiera las cosas que pasan ahora mismo.

Fronterizos. Diario de León (18-1-13)

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