domingo, 15 de octubre de 2017

Marcando el camino

Imagino que sólo la agitación política que estos días ha sacudido el país por la crisis catalana ha impedido una mayor repercusión del Encuentro Internacional de Ocultura que se desarrolla en la capital de esa provincia tan interior que cualquier día desaparece de los mapas. 
El caso es que mientras los ciudadanos siguen con estupefacción el esperpéntico sainete catalán y contribuyen a la reactivación de la industria china de la confección de banderas, por aquí se celebran unas jornadas que marcarán el camino en el desarrollo de una provinca antaño próspera, hoy agotada, envejecida y marchita.
Durante tres días y con un innegable éxito de audiencia, el Auditorio de León ha sido escenario de conferencias sobre conjuras, conspiraciones, maquinaciones y conciliábulos de lo más secreto ofrecidas por un surtido ramillete de prestigiosos investigadores de naderías, todo muy científico y muy documentado.
Masones, rosacruces, illuminati, templarios, teósofos, nazis cabalistas, profetas judíos, dioses extraterrestres que dibujan signos en los altiplanos del Perú, constructores de pirámides y catedrales, lectores del tarot, alquimistas, herreros y jugadores de la oca… 
Supongo incluso que algún miembro del club Bilderberg, un descendiente que tuvo Jesucristo de su relación con María Magdalena, algún investigador del grimorio de San Cipriano, un neoplatónico exiliado en Ibiza y un hassassin que ahora vive en Vallecas habrán prestado testimonio en estas trascendentes jornadas.
Hay que animar a los organizadores. No podemos detener este despliegue erudito. La provincia necesita reactivación y aquí hemos encontrado un filón. Repasemos el “Gárgoris y Habidis” de Dragó. 
Busquemos a la vaca sagrada que fundó Villafranca del Bierzo: con los chuletones de esa especie criaremos una nueva raza. 
Recuperemos el cuerno del alicor que cuidó San Genadio en el Valle del Silencio: si vienen de todas partes a ver osos, de dónde no vendrán a observar manadas de unicornios. 
A qué espera el Instituto Leonés de Cultura para montar un plan de búsqueda de tesoros moros enterrados en cuevas que comunican castillos construídos por gigantes.
El Grial ya lo tenemos pero nada se ha hecho para descubrir los sótanos secretos de la fortaleza templaria de Ponferrada donde se esconde desde hace siglos el Arca de la Alianza. Introduzcamos en la Universidad una cátedra dedicada al priscilianismo. Abramos ya la ruta de la Monga Egeria, que hará palidecer al Camino Francés…
Cuando se deja de creer en Dios, decía Chesterton, enseguida se cree en cualquier cosa. Alguien contestó a la cita del escritor británico: el tonto no deja de serlo, crea o no.

Como las vacas al tren. El Día de León (14, octubre, 2017)

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